Los gozos son un género poético de raiz medieval, que ha llegado a nosotros gracias a la memoria colectiva, a las estampas y documentos que los contenían. Los gozos o loores tienen su época dorada en los siglos XVII y XVIII, el pueblo los aprendia de memoria y repetía su canto en las solemnidades religiosas.
Nos han llegado a través de una hoja impresa con el grabado de Nuestra Señora de la Aliaga (Imprenta de Mariano Salas. Zaragoza. 1878). La letra narra el encuentro de la imagen de la Virgen de la Aliaga, su traslado hasta que le es erigida una capilla, los milagros que ha obrado y la protección que ejerce sobre los diez pueblos que la visitan. El formato es "in folio", encabezado por la leyenda y el grabado que representa la imagen de la Virgen de la Aliaga. El texto queda distribuido en tres columnas y, al final, el "Oremus", y todo eso cerrado dentro de una orla. Mientras que la letra se ha transmitido por escrito, la melodía se ha perdido. Es una composición poética que se divide en coplas, después de cada una de ellas se repite un mismo estribillo.
En la actualidad el valor de este documento pasa a ser esencialmente literario, documental, artístico, y etnográfico.
