lunes, 10 de junio de 2013

Apuntes histórico-artísticos de la Ermita de la Virgen de la Aliaga

La Ermita de Nuestra Señora de la Aliaga ha sido destruida y reconstruida varias veces a lo largo de su historia desde la primitiva capilla dedicada a Sta. Isabel en época medieval. A finales del siglo XVII la iglesia de una sola nave era insuficiente para contener la multitud de fieles que acudían a ella, la devoción a la Virgen de la Aliaga aumentaba día a día. A comienzos del siglo XVIII se pensó en ampliar el templo existente añadiendo un crucero cubierto con cúpula y linterna encargando el diseño y la ejecución al maestro de obras Matheo Colás, natural de Blesa, que estaba en Plou  edificando la iglesia parroquial (1728). Una vez terminado el crucero se acordó la demolición de la iglesia antigua y seguir el plano de la Iglesia de Plou de tres naves de la misma altura encargándose de su construcción Lorenzo Lahoz, maestro de obras de Calatayud. Sabemos que las obras duraron alrededor de una década (1741-1751). Desde entonces ha habido varias renovaciones y reparaciones pues la ermita sufrió el sitio de las tropas francesas en la Guerra de la Independencia (1809),  en 1920 se puso el actual pavimento de mosaico, y la Guerra Civil Española (1936-1939) cambio la imagen exterior del templo al desaparecer el cimborrio de ladrillo y el remate mixtilíneo de la fachada.




La fachada principal está realizada en piedra sillar y alberga la portada de acceso a la ermita, que se estructura en dos pisos o cuerpos. En el primero se abre un gran arco de medio punto flanqueado por dos pilastras, apoyadas en un basamento decorado con motivos geométricos, que sustentan un doble entablamento. El segundo cuerpo es de pequeñas dimensiones y en él se abre una hornacina avenerada de medio punto flanqueada por dos estípites que sostienen un pequeño entablamento curvo y a los lados dos óculos. Se utilizan como elementos decorativos una especie de volutas que flanquean el primer cuerpo, pequeñas pirámides rematadas por bolas situadas sobre el entablamento central y superior (piramidiones), un escudo situado sobre el arco de la puerta con el anagrama de "Ave María" y  corona real cerrada, y destacando del conjunto los capiteles compuestos de las pilastras y la venera de la hornacina que están tallados en una piedra diferente de color blanco. 





Los muros exteriores son de mampostería. La sillería queda reservada a los esquinales y a la fachada. Las paredes culminan con un rafe de ladrillos colocados en saledizo o en esquinilla. Las ventanas aparecen enmarcadas por ladrillo. La fachada principal culminaba en una cornisa mixtilínea. 


La Ermita de la Virgen de la Aliaga es una iglesia de planta de salón, sus naves tienen la misma altura. Un edificio de tres naves y cabecera recta, la central se cubre con bóveda de arista y las laterales con bóveda de medio cañón con lunetos. El crucero lo hace con una cúpula sobre pechinas. Los brazos del crucero y el presbiterio se cubren con bóveda de medio cañón con lunetos. Un único tejado cubre todo el templo.