Cientos de personas han acompañado en romería a la Virgen de la Aliaga este mes de Mayo.
Romerías que perduran gracias al fervor y la tradición.
Entre los cerros y los campos resecos del pueblo de Cortes de Aragón, se esconde un tesoro cultural y espiritual que se revela cada año en las romerías de primavera, el Santuario de la Virgen de la Aliaga. Las romerías mezclan devoción religiosa con celebración en comunidad, lo que se llama religiosidad popular. Estas peregrinaciones ancestrales forman parte de la historia de la comarca, una historia tejida con hilos de fe, tradición y fiesta.
Las procesiones serpentean por los caminos polvorientos, mientras que las conversaciones fluyen y llenan el aire, y los peregrinos elevan sus plegarias hacia el cielo. La imagen de Nuestra Señora de la Aliaga, venerada generación tras generación, se convierte en faro de esperanza.
Pero más allá de lo espiritual, las romerías son también una fiesta para los sentidos. El vermut, la comida son puntos de unión entre amigos y familiares. Una tradición que pasa de padres a hijos, de abuelos a nietos y que tenemos que conservar.
Nos vemos el año que viene. Hasta pronto. ¡Viva la Virgen de la Aliaga!
Comunidad de la Virgen de la Aliaga: