Los Archivos Parroquiales, fuente para la investigación histórica: Las Cuentas de las obras de reconstrucción del Santuario de Nuestra Señora de la Aliaga, 1950-1960.
Libro de Fábrica de la Virgen de la Aliaga
El libro de fábrica o de cuentas de las obras de la Virgen de la Aliaga constituye un precioso patrimonio para conocer la reconstrucción del Santuario. Un testimonio que nos permite analizar la historia económica, social y cultural del Santuario y de la comarca en la que se enclava la Virgen de la Aliaga.
En el libro de cuentas encontramos las donaciones efectuadas por los pueblos de la comarca: El pueblo de Segura de los Baños dió la madera necesaria para la reconstrucción del templo, Hoz de la Vieja aportó el yeso, Josa contribuyó con las tejas, los pueblos de Muniesa, Maicas, Plou y Cortes de Aragón ofrecierón la mano de obra ( trabajo en jornales de villa o concejadas ).
Lista con los donativos de los vecinos de Cortes
En el libro de fábrica también aparecen anotados los ingresos obtenidos por la colecta domiciliaria realizada en Cortes. Una lista con los nombres y apellidos de los benefactores y la cantidad que aportan.
Otra de las informaciones que sacamos del libro de cuentas es que ya se hacian participaciones de Loteria de Navidad para obtener beneficios de su venta, como ocurre en la actualidad.
Detalle de la primera página del Libro de Fábrica
También tenemos noticia, gracias al libro de fábrica, de la constitución de la Junta de Reconstrucción y de la Junta o Comisión Ejecutiva de las Obras, de los integrantes de las mismas, y de los acuerdos adoptados en ellas.
Un detalle que nos aporta el libro de cuentas de la "Fiesta del Sitio" es que cada año invitan a un Predicador encargado del Sermón de la Misa del Sitio.
Las obras de reconstrucción del Santuario de la Virgen de la Aliaga transcurrieron en unos años de cambios diocesanos. En 1955 las parroquias de la Comarca de la Virgen de la Aliaga dependientes del Arzobispado de Zaragoza pasaron a pertenecer al Obispado de Teruel. En un primer momento el proyecto e informes técnicos de las obras fueron realizados por el arquitecto diocesano de Zaragoza, y la terminación de las mismas fueron competencia de Teruel.
